El día 25 de noviembre fue declarado día internacional contra la violencia hacia la mujer en el primer encuentro feminista de Latinoamérica y el caribe, celebrado en Bogotá, en julio de 1981. En este encuentro se denunciaron todos los tipos de violencia que se dan contra las mujeres en en el mundo. En el año 1999 la ONU dio carácter oficial a esta fecha
Desde entonces se viene conmemorando este día para llamar la atención y generar concienciación de que la violencia contra las mujeres es una de las formas de violencia mas extendida en el mundo y de especial crueldad ya que se ceba sobre quienes mas se ocupan de cuidar la vida de las personas.
Educar favoreciendo la igualdad de oportunidades de ambos sexos requiere modificar actitudes, comportamientos, formas de vida y estructuras sociales.
Sólo así las chicas y los chicos podrán desarrollar libremente su personalidad y su participación en la sociedad sin discriminación por razón de sexo.
La familia es el primer contexto socializador de niñas y niños, un espacio privilegiado en el que se aprende cómo ser, actuar y comportarse, pero también qué se espera de cada persona por el hecho de haber nacido hombre o mujer.
Si como madres y padres queremos que nuestros hijos e hijas eviten conductas sexistas, violentas, respeten a las demás personas y sean tolerantes con otras opiniones debemos empezar dentro de casa.
¿que podemos hacer?
- Transmitir valores, normas y actitudes igualitarias para chicas y chicos.
- Establecer los mismos derechos y las mismas obligaciones para hijas e hijos.
- Repartir de forma justa y equilibrada las tareas domesticas entre los diferentes miembros de la familia.
- Enseñar a resolver conflictos mediante el dialogo. No se debe usar ningún tipo de violencia en las relaciones personales.
- Usar el femenino en el lenguaje para hacer visibles a las mujeres de la familia.
- Permitir que hijas e hijos tengan las aficiones que desean y escojan los trabajos que les gustan. Cada persona debe tener las mismas oportunidades para desarrollar lo que quiera ser en la vida. Las alternativas del ocio y las profesiones no tienen sexo.
- Hablar con respeto y cariño de las tareas que han desempeñado y desempeñan las mujeres de la familia (madres, abuelas, tías, hermanas...) puesto que han entregado parte de su tiempo y energía al cuidado de otras personas.
- No usar frases que reproduzcan estereotipos sexistas ( los niños no lloran, las niñas deben ser pacientes...)